¿Te ha pasado que cada inicio de año te planteas nuevos propósitos o metas? Algunos de ellos pueden estar orientados en mejorar aspectos de nuestra salud, como pueden ser: alimentarnos mejor, activarnos más, comenzar en alguna nueva clase que nos llame la atención, tomar más agua, entre otros.
Y como coincidencia, estos primeros meses del año las redes sociales están invadidas de publicidad de “dietas” que prometen resultados rápidos para conseguir ese objetivo que tanto te has propuesto y que ahora finalmente decides ir por él.
Pero ALTO, no tan rápido… estos resultados rápidos y mágicos (détox, pastillas, jugos, etc), aunque parezcan prometedores, no siempre serán la mejor opción. Esto no nos ayuda a crear hábitos que podamos mantener y que nos brinden una mejor calidad de vida en el futuro y mucho menos a crear una buena relación con los alimentos. Lo mejor que puedes hacer por ti es ir desarrollando conductas que te beneficien, poco a poco.
A continuación, te presentamos una serie de TIPS que puedes seguir para desarrollar hábitos saludables y poder lograr las metas propuestas:
- Seguir orientación personalizada guiada por un profesional de la salud, en este caso un Nutriólogo/a. Esa persona te guiará en tu propio camino, tomando en cuenta: tu composición corporal, patologías, actividad física, tus necesidades, tu entorno, tus preferencias y los alimentos a los que tienes acceso para incluirlos en tu día.
- Conoce tus necesidades: Aprende a comer balanceado, incluyendo los 3 macronutrientes (carbohidratos, grasas y proteínas), no te bases en restricciones o tendencias. Al basarte en tendencias populares podrías caer en errores como: eliminar un grupo completo para bajar o definirte “más rápido”, clasificar alimentos como “buenos o malos”, o creer que por tomar algún producto lograrás tu meta. Y al final, todas esas conductas no traen resultados que perduren en el tiempo ni te ayudarán a desarrollar un estilo de vida que puedas mantener a largo plazo.
- ¿Por qué no seguir lo que está de moda o lo que te recomienda tu tía/vecina?: Porque cada persona tiene necesidades diferentes, incluso si dos personas que viven en la misma casa tienen la misma edad y altura. Aunque tengan el mismo peso y altura su composición corporal puede ser distinta (relación grasa/músculo) al igual que muchos otros factores como diferentes niveles de actividad física, patologías, etc. Por lo mismo necesitarán planes de alimentación distintos. Y lo que le funciona a la vecina, no necesariamente será lo más adecuado para ti.
- Establece hábitos que perduren mediante una rutina: Una vez que el cuidar de ti, es parte de tu rutina, se vuelve una costumbre y puedes seguirla con mayor facilidad.
¿Cómo se puede lograr eso?, bueno, lo primero que debes hacer es organizar tu día mediante horarios, así como al despertar: primero te lavas la cara y te cepillas los dientes, puedes también asignar tiempos para:
- Hacer ejercicio (antes o después de trabajar).
- Hacer las compras del hogar.
- Preparar las comidas de la semana.
Esto te ayudará no sólo ser más productivo/a, sino también a observar qué cantidad de tiempo de tu día inviertes en: ver televisión, usar redes sociales… e ir cambiando ciertos hábitos.
También es de mucha ayuda rodearte de personas que te apoyen en tu meta, debido a que en el camino para lograr tus objetivos, las cosas no siempre serán lineales; y por eso el contar con un grupo o una persona que te motive, suma mucho.
5. Si quieres alcanzar una meta, primero plantea objetivos puntuales: Es mucho más sencillo lograr una meta si te planteas pequeños objetivos específicos en vez de querer cambiar todo de la noche a la mañana.
¿A qué me refiero?, a que, por ejemplo: si actualmente no tienes el hábito de caminar, en vez de decir:
“voy a caminar 5 kilometros toda esta semana en la mañana antes de trabajar”, podrías decir: el lunes a las 7 de la mañana caminaré 3 kilómetros, el martes también caminaré 3 kilómetros, pero el miércoles ya seré capaz de caminar 4 kilómetros y así poco a poco ir progresando.
Es importante también el saber que si tienes alguna condición física, debes guiarte primero con tu médico.
6. A veces decimos que la motivación es la clave para cambiar tu estilo de vida, pero esto no siempre es así: Suele suceder que a veces puedes estar cansad@ y sin tener ganas de hacer esas actividades que eliges hacer por ti, y por diferentes circunstancias las pospones, está bien dejar de hacer las cosas algunas veces, somos humanos y como mencionabamos anteriormente, el camino no siempre es fácil o lineal.
Pero debes saber que la motivación no siempre va a estar allí, en esos momentos difíciles, juega un rol importante la disciplina “el hacer lo que tienes que hacer, aunque no tengas ganas de hacerlo”.
La disciplina es aquella capacidad que te ayuda a ser constante en tus objetivos y te permite alcanzar tus metas.